Vender es la clave de todo negocio. Y no hay venta sin clientes. Entonces, antes de pensar en el canal de ventas, tenés que saber qué problema, necesidad o desafío resuelve tu producto o servicio. Una vez que este primer paso está claro, viene la tarea de encontrar formas de ofrecer, mostrar y acercar a ese público tu propuesta de valor.
Las dos opciones más frecuentes son a través de un local físico o una tienda online. Ambas pueden ser efectivas, pero está bueno que sepas que cada una tiene requisitos y beneficios diferentes. Conociéndolos vas a poder elegir la que mejor funcione para tu negocio y posibilidades.
Beneficios de la venta virtual
Vender por Internet es sinónimo de tener una vidriera abierta todo el año, las 24 horas del día. El año pasado se duplicó el comercio electrónico en la región de América latina y Argentina es el país que más creció durante ese período. Para verlo más claro: en el primer semestre de 2020, 9 de cada 10 argentinos realizaron al menos una compra online y, además, 1 de cada 10 personas lo hizo por primera vez durante la pandemia.
Otros beneficios de tener un e-commerce, además de la menor inversión que representa frente a la apertura de un local físico:
- Posibilidad de vender 24/7 con una menor carga de costos fijos
- Las ventas no dependen de lugares geográficos
- Ahorro de tiempo y mayor comodidad para el comprador
- Favorece la comparación de precios online, otra ventaja notable para el comprador
- Permite conocer mejor los intereses del cliente potencial y generar estrategias efectivas de fidelización
- Facilidad de gestión para productos discontinuos
Algunas desventajas de la venta online podría ser:
- Hace falta invertir en publicidad digital para que los potenciales clientes se enteren de la existencia de tu oferta, en especial cuando no tenés una marca reconocida o posicionada
- La logística es un tema fundamental en la estrategia comercial y de post venta
- La mayoría de las pasarelas de pago son externas, así que dependemos de su gestión y cobran una comisión
- Las compras no son inmediatas: la gente navega por muchas webs y compara antes de decidirse
El viejo y querido local a la calle
A pesar de la evolución de las compras electrónicas, las tiendas físicas aún tienen algunas cuestiones a su favor:
- Todavía hay personas que necesitan probar, ver y tocar el producto antes de comprarlo
- Funciona como un espacio de preguntas y respuestas, sobre todo para los productos complejos o que necesitan demostración
- Permiten asesorar al cliente
- Te llevás el producto en el momento, no tenés que esperar el envío ni pagas por eso
- Aquellos locales que proponen vivir una experiencia de compra alineada a los valores de la marca generan conexión con todos los sentidos
Sin dejar de tener en cuenta estas cuestiones, con el avance del comercio, ya no se puede pensar en una alternativa u otra sino en la manera de integrar las dos. Aunque tengamos un local a la calle, un showroom, un espacio de ventas físico es necesario también contar con un canal virtual para traccionar clientes a que las visiten.
Hay que pensar que las tiendas en línea siempre abren nuevas posibilidades a tu negocio. Sobre todo porque tienen un alcance mucho mayor, no limitado por barrio, ciudad o país.
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