Una de las primeras cosas que charlamos en las asesorías personalizadas que brindo para emprendedores, comerciantes, pymes y profesionales es sobre la tarjeta personal y la papelería del negocio; como el packaging, stickers, folletos, etc. Si bien no soy diseñadora, y siempre les recomiendo que contacten un profesional para eso, trabajamos la identidad general de la marca. La tarjeta personal resume la identidad de tu negocio y aporta los datos de contacto necesarios para que lleguen nuevos clientes.
Por eso hoy quiero contarles algunas cosas que me parecen super importantes a la hora de pensar, hacer y compartir tus tarjetas personales para buscar más clientes.
Invertí en un buen profesional que te ayude a pensar la identidad gráfica de tu negocio negocio
Un experto no solo te consultará por tus gustos y escuchará las ideas que tenes, sino que trabajará desde el diseño, tipografías, colores para que todo genere coherencia y logre una identidad propia para conectar con tu público objetivo en función de tu rubro y valores de marca. Si estás pensando que es un buen momento para hacer este trabajo e invertir en el valor de tu marca tal vez puedas también aprovechar y hacer un manual de marca: ahí se definen colores, tipografías, estampados y combinaciones sugeridas para que siempre uses lo mismo y que toda tu gráfica esté integrada.
Siempre tené presente la legibilidad
Eso lo debe tener súper claro el profesional que hará el trabajo: aunque vos quieras hacer una tarjeta con fondo blanco y letras amarillas, el profesional debe decirte que no es una buena idea ya que no será de fácil lectura. Pero si te mandás solo a resolver el diseño de manera casera tené en cuenta la tipografía, el tamaño, los colores; podés hacer una prueba de impresión para ver cómo queda en tamaño real y comprobar que tus datos de contacto se lean bien.
El tamaño importa
No es lo mismo una tarjeta personal que una postal o folleto: ni por el tamaño ni por su función. La forma y tamaño de tu tarjeta personal a veces influye para que la otra persona la guarde o la tire inmediatamente. Si bien una tarjeta redonda o con bordes redondeados pueda ser más recordada «por diferente» se vuelve un tanto incómoda para guardar. Pensá si esa creatividad suma y aporta valor o si será poco práctica.
Siempre lleva en tu billetera algunas tarjetas
¿Sabías que se recomienda repartir al menos 8 por día? Tenes que estar listo para entregarlas! Siempre llevá tarjetas en tu billetera, vayas a donde vayas tendrás alguna siempre a mano. Es típico que alguien te consulta a qué te dedicas, o escuchás que están buscando comprar un producto como el que vos vendes, te presentas pero no tenes tus tarjetas y le decís el nombre de tu marca creyendo ingenuamente que con eso es suficiente para que la persona lo recuerde para siempre. O le escribís tu mail a mano en una servilleta. ¿A quién no le pasó? ¡Que no se repita! Llevá siempre tus tarjetas personales encima y no tengas vergüenza de repartirlas.
Tarjetas personales para salir a buscar clientes
Hay que estar atentos a todo, porque los clientes no siempre llaman al teléfono. Si vas a esperar sentado a que aparezcan pedidos estás frito. Salí a buscarlos y estate atento a charlas de ascensor, espera en la fila del super, cumpleaños familiar o de amigos.
Entregar tarjetas y hacer networking es fundamental para difundir tu marca, que más gente te conozca y sepa de vos. Nunca sabemos con quien nos encontramos, o quien nos puede estar escuchando; lo digo por experiencia propia. Me pasó varias veces de estar contando algo de mi trabajo, y que me pidieran una tarjeta o consultaran por alguno de mis servicios. ¿Lo mejor? Así concreté algunos trabajos y surgieron otros clientes fijos!
Tené presente que no es lo mismo dejarlas en una mesa que darlas personalmente y entregarlas en mano. Y hay diferentes formas de entregarlas en mano:
- El que se las saca de encima: repartir rápido a todos los que están en una reunión, parece que te queres sacar de encima las tarjetas y que estás apurado por vender; así vas a terminar gastando tarjetas sin sumar consultas.
- El presentador: cuando te presentás, contás quién sos, qué haces y cerras la charla entregando una tarjeta.
- El conversador: ya entendiste que cuando dos o más personas se reúnen se fomenta el diálogo. No sos el único que quiere presentarse y entregar tarjetas, se entabla una conversación, un ida y vuelta y hay un intercambio de tarjetas. Querés que te escuchen, pero también aprendiste a escuchar a otros.
- El tacaño: solo entregas tarjetas cuando alguien expresa su deseo de contactarte.
¿Vos cuál sos?
Este domingo llega una nueva edición del Picnic Emprendedor que organizamos junto con Tamy de Alegría del Hogar. Nos recibe, antes de mudarse, Julia de MamaQuilla y contaremos con la colaboración de Tesy Martin – Ambientaciones simples y naturales para ambientar la #mesadelpicnic y Sofi Lunette – Pastelería divertida con cosas dulces para disfrutar la mañana
Sol es coach en Sacate el Rollo y ayudará a pensarNOS, entender qué nos pasa cuando emprendemos. Luego Estefi Otturi compartirá una asesoría de imagen personal profesional para que nosotros mismos colaboremos con la imagen de marca que queremos dar.
Esa será una excelente oportunidad de conocernos e intercambiar tarjetas personales. ¿Ya descubriste qué estilo tengo de entregar las mías?
Buen finde!
Maru
Comentar