Este año sin dudas vino cargado de desafíos y pruebas. De medir mis propios límites y mi capacidad de reinventarme. De convencerme que la fuerza está dentro mío, que tengo que mirar -y escuchar- más hacia adentro. Fue un año en el que aprendí a pensar “qué siento” y a decir y hacer en consecuencia. De hacer lo que me gusta y disfruto, de compartir mi valioso tiempo con quienes quiero estar y suman a mi vida. También lloré y me angustié. Fue un año de honestidad brutal conmigo misma.
Si pudiera en una sola palabra transmitir mi deseo para el año próximo sería: CREATIVIDAD. Que no falte, que abunde, se la ejercite cada día, y se agradezca. La creatividad resume lo que fue mi 2015 en palabras: amor, constancia, pasión, diálogo, paz, perseverancia, motivación.
Estoy segura que la creatividad hizo que supere obstáculos, que elija qué caminos transitar, que me anime a más, que de la noche a la mañana pueda reinventarme, y que corra (literalmente)…. El empuje para empezar -y sostenerlo todas las mañanas del año- estudiando en la facu. El cambio de rumbo en el plano laboral allá por Septiembre para ser 100% independiente y feliz. Y conocer a los “trotas” para terminar el 2015 emocionada al ver corredores cruzar el arco de llegada en una carrera urbana, y soñarme a mi ahí el 31/12/2016.
Este año aprendí:
que lo bueno vuelve
que dar trae abundancia
que hay que soltar lo que no sirve y pesa
que agradecer por cada día es muy importante
que arrepentirse y perdonar te hace mejor persona
Este año sobre todo aprendí, crecí.
Es mi deseo que el 2016 sea un año para BRILLAR!
Donde saquemos el polvo y nos liberemos de lo que nos pesa, donde nos encienda el amor y la pasión y así iluminemos a quienes nos rodean. Donde mostremos nuestro verdadero yo, donde nos conectemos y saquemos chispas de nosotros mismos. Donde demos y dejemos todo.
Les deseo lo mismo que me deseo a mí: que el 2016 ya se venga y sea un año para brillar. Chin chin!
Comentar